Artículo: "Teatro Serrano de Melipilla: Los frutos de una lucha sostenida"

Fuente: Artículo aparecido en la web de la FECH (http://www.fech.cl/node/1376)

Un Teatro De Provincia

Frente a la Plaza de Armas, justo en el centro de la ciudad de Melipilla, se alza el emblemático Teatro Serrano. Contendiendo con el único Mall de la provincia y la mole del retail, Falabella; provisto del único elemento que lo hace enemigo declarado del progreso neoliberal: su calidad de elemento aglutinador de la cultura de una ciudad provinciana, que se levanta en la periferia de la ciudad capital y que busca objetos significantes que la sostengan ante el avance incontenible de la avaricia monopólica y el desarrollo a la manera que la globalización, y la “democracia en la medida de lo posible”, han señalado para Chile.

Objeto de una lucha de largo aliento, que surge por allá en el año 2004 cuando algunas organizaciones de base y personas naturales se unen para dar nacimiento a una organización macro, vocera de la comunidad melipillana. Que determina organizarse muy solidamente en el actual “Movimiento Pro Teatro Serrano” (M+TS).

La Conciencia Ciudadana

El derecho a ejercer la ciudadanía, que ejemplarmente surgió en la ciudad de Melipilla, buscaba y busca cambiar el destino de este antiguo edificio. Destino que el progreso neoliberal entiende como la destrucción del patrimonio arquitectónico y cultural de las comunidades. Solo para dar paso a horribles cárceles de cemento, que encierran la solidaridad innata de la humanidad (conocidas vulgarmente como Malls), para liberar al “frankenstein” del consumo y el individualismo. Creado este monstruo en los laboratorios del naciente neoliberalismo de fines de los 70’s. En el Chile de la dictadura, la tortura, la violación y el miedo.

Esta acción (el nacimiento del “M+TS”) se da en el contexto de la licitación de los terrenos que albergan la infraestructura del Teatro Serrano. Llevada adelante esta licitación por la autoridad Municipal, encarnada en la figura omnipresente del alcalde UDI Fernando Pérez Villagrán. Quien busca construir, mediante una concesión, un edificio (de tipo Corporativo y/o Comercial) en esas dependencias.
Aunque inicialmente el rescate del Teatro surge como base del movimiento, pronto las voces ciudadanas se alzan exigiendo algo más que el sostenimiento de una antigua estructura señorial. Una base sociopolítica que involucre mucho más a la comunidad y la haga objeto central del colectivo, dejando de lado la idea de mantener en pie un edificio pronto a derrumbarse. Así pues, el “M+TS” evoluciona en sus ideas para encausar sus fuerzas en dar a aquella estructura un fin sociocultural. Pero, más que nada, crear un espacio que reúna las expresiones de la comunidad. En las formas y maneras que la comunidad misma se entrega. Esto es: un Centro Cultural para Melipilla.

Las Proyecciones

La voz del “M+TS” se ha hecho sentir fuerte, exigiendo que las bases de la licitación expliciten claramente y sin lugar a dudas que parte de la infraestructura del futuro Edifico sea destinada a un Centro Cultural. En áreas y tiempos razonables. En concordancia lógica con las necesidades de una comunidad que comienza a entender su fin histórico: ser participe y constructor de su propio destino.

Las discusiones, investigación y posterior análisis surgidos del trabajo del “M+TS”, han proyectado que los beneficios sociales y culturales de la implementación de un Centro Cultural de las características exigidas, van más allá de los límites de la Comuna de Melipilla. Sobrepasando incluso el área de la Provincia. Pudiendo favorecer el desarrollo cultural de las personas que habitan las ciudades de Talagante, Las Cabras y San Antonio. Por dar solo algunos ejemplos.

En la búsqueda de apoyo el “M+TS” ha apelado a las Autoridades y a las instancias correspondientes con el fin de presentar los resultados de su trabajo. No habiendo obtenido inicialmente respuesta satisfactoria por parte de la autoridad, agotando las instancias del caso. Habiendo realizado tales acciones dentro de los marcos de la legalidad, la paz y el respeto necesario.

Pequeños Retrocesos, Grandes Avances

Claramente el “M+TS” tuvo una época inicial de gloria. Que se condice con el empuje inicial que toda organización naciente posee. Con la esperanza y la fuerza de un colectivo joven. Pero el desgaste no tardó en aparecer. Disminuyendo su presencia entre las organizaciones de base por espacio de un año, decayendo el carácter de receptor y vocero de los intereses comunitarios que el movimiento había adquirido.

La segunda mitad del año 2006 representa el punto de inflexión de la tendencia a la baja. Puesto que iniciando el 2007 una nueva camada de líderes y adherentes (en edades que van desde los 15 años) remece la tranquilidad propia de Melipilla. Sacando del sopor a buena parte de la ciudadanía, que mira con buenos ojos como la ciudad “parcelita de agrado”, que los agroindustriales y grandes comerciantes se habían construido, es agitada por una creciente ventolera progresista.

Así las cosas llegamos al año 2008, año en que a fuerza de agitación ciudadana (representada por “tocatas”; entrega de folletos informativos; debates en el consejo comunal; sensibilización de la comunidad con el proyecto; acercamiento y trabajo mancomunado con otras organizaciones; etcétera) y la certeza de estar haciendo lo correcto, se consigue no solo poner a la orden del día la construcción de un Centro Cultural en Melipilla (cuestión a la que la Ministra de Cultura en persona promete fondos) sino que se logra centrar el debate en el lugar en donde debiera levantarse tal Centro Cultural. Y por supuesto el Teatro Serrano, el olvidado de las autoridades, lleva las de ganar.

El próximo 29 de marzo se espera realizar un Cabildo Cultural con la participación de amplios sectores de la comunidad melipillana, organizado por una comisión Ad hoc del Concejo Comunal y con el respaldo expreso del Ministerio de Cultura. El que establecerá la estructura básica del proyecto político-cultural de la comuna de Melipilla.

Independiente de si es el teatro u otro el lugar en donde se levante el cada vez más real Centro Cultural, todo lo que en adelante se haga y se construya a beneficio de la comunidad, habrá sido nada más y nada menos que el propio esfuerzo de la comunidad, hecho carne en un colectivo nacido de los elementos más conscientes y preclaros de la misma. Un ejemplo digno de repetir en todo Chile.